lunes, agosto 20, 2007

Conversatorio sobre la crítica literaria en la UNSA


De izquierda a derecha: Goyo Torres, Miguel Ángel Huamán, Fernando Rivera y Willard Díaz
Foto: Elena De Yta

Carlos Arturo Caballero

El miércoles 25 de julio en el Salón de Grados de la Escuela de Literatura y Lingüística de la Universidad Nacional de San Agustín estuvieron reunidos cuatro profesores de la especialidad de literatura para discutir acerca del estado de la crítica literaria. Gregorio Torres y Willard Díaz por San Agustín, Miguel Ángel Huamán por San Marcos y Fernando Rivera, egresado agustino que obtuvo el doctorado en literatura en Princeton.

Por la dinámica del conversatorio parecía que se iba a tratar de una revisión de las principales tendencias contemporáneas sobre teoría y crítica literaria. Fernando Rivera comenzó brindando un panorama sobre los estudios subalternos y los estudios culturales desde sus inicios hasta su llegada a Latinoamérica. De manera didáctica y muy clara, desarrolló los principales aspectos de los trabajos de Gayatri Spivak, Raymond Williams, Edward Said, John Beverly del lado anglosajón y Roberto Fernández Retamar, Nelson Osorio, Raúl Bueno, Antonio Cornejo Polar, Ángel Rama por el lado de los estudios latinoamericanos. Hasta ese momento su intervención era netamente expositiva y de carácter orientador.

Pero los asistentes nos sorprendimos cuando el conversatorio adquirió otra tónica luego del ingreso de Miguel Ángel Huamán. Personalmente, no entiendo por qué Rivera tuvo que ponerlo de los temas explicados (formalidad innecesaria si consideramos la tardanza de Miguel Ángel). Minutos después, Rivera le cedió la palabra. El profesor sanmarquino, fiel a su estilo irónico, sutil y ameno, dio un giro total a lo que se venía tratando en el conversatorio. Su intervención trató en primer lugar, sobre el por qué se estudia literatura en el Perú, tomando como ejemplo la crítica literaria periodística: afán de protagonismo, pertenencia a una élite intelectual, consolidación de un espacio de influencia y poder fueron algunas de sus explicaciones.


“Los estudios literarios se han vuelto acríticos en su gran mayoría porque se han preocupado en obtener su estatuto académico propio, en mantener sus espacios corporativos…” (M.A. Huamán)


En su opinión, todo ello deriva en una actitud egoísta e indiferente respecto a los asuntos que debieran ser cuestionados, situación manifiesta en la complicidad ideológica de quienes ocupan un lugar privilegiado en el circuito cultural. De paso aprovechó para aclarar el recto sentido de la palabra “crítica” diferenciando su significando en inglés (criticism), del que adquiere en nuestro entorno, lo cual genera un malentendido cuando se habla de crítica en el Perú: “el término crítica alude a los estudios literarios; en cambio nosotros cuando decimos crítica estamos pensando justo en aquella actividad práctica específica de la reseña de la nota periodística que en palabras de Said es la crítica práctica”. En segundo lugar, relacionó esto con la crisis de la conciencia crítica en la sociedad peruana, la cual se refleja en la educación escolar y universitaria, carente de reflexión. En este contexto, afirmó, las humanidades deben asumir una actitud crítica frente al poder. Finalmente, concluyó en la afirmación de que la crítica debe propiciar un diálogo con el ciudadano común y corriente, ya que el error de muchos intelectuales fue, precisamente, alejar su discurso de la gente común y corriente al oscurecerlo con tecnicismos y especulaciones abstractas. “En veinte años los humanistas se miraron el ombligo y simplemente en el Perú mataron aproximadamente a setenta mil peruanos…y qué dijeron los humanistas en aquella época: nada…”.

La intervención de Willard Díaz giró en torno a la necesidad de establecer estudios regionales basados en la identidad. Comentó que de sus recientes viajes por el sur del país recogió una inquietud general que clamaba porque desde Arequipa se produjera crítica ya que aquí contamos con las herramientas teóricas. “Ustedes tienen la Escuela de Literatura, ustedes tienen el aparato teórico, (…) la educación, (…) la formación. Padilla me lo ha dicho así casi con esas palabras literales.”

Recordó el vacío de reflexión en la macrorregión sur, no por la ausencia de revistas de investigación, sino porque las que existen cuentan con colaboradores de Lima o del extranjero y no del lugar, además de caer en ataques personales y la falta de rigor crítico. Otros temas que trató Díaz fueron el centro, la periferie, el centralismo, el limeñismo y las identidades regionales.

“Somos muy concientes ya en esta provincia y en todas las provincias que Lima no es el Perú, que Lima no puede construir nada nacional…como decía Lenin, cómo se van a poder levantar del cabello por ellos mismos”. (Willard Díaz)

Sostuvo que de su periplo por el sur recogió la demanda de una discusión sobre la identidad regional y que en su opinión, Arequipa debería liderar este proyecto, requisito para iniciar un diálogo con Lima, donde se desconoce cómo son las regiones. El diálogo entre Lima y Arequipa lo considera vital para construir una visión sobre la literatura peruana, ya que Lima por sí sola no puede hacerlo: no se puede pensar la provincia desde la capital. Dentro de este panorama, concluyó afirmando que la función de la crítica en el sur es establecer una agenda propia en torno al tema de la identidad.

Gregorio Torres recogió lo vertido por los expositores y lo relacionó con sus recientes investigaciones acerca de las publicaciones estudiantiles en la Escuela de Literatura. “Yo había llegado a contabilizar 18 revistas de jóvenes la mayoría producidos aquí en la escuela (…) no es un fenómeno ciertamente limeño, también aquí se dio eso (…) yo reclamaba en aquellas publicaciones de jóvenes tuvieran un sesgo más creativo que crítico…”. Goyo encontró una razonable justificación a este fenómeno:

"Cómo podría yo exigir a los jóvenes que produzcan crítica cuando no ven que sus propios profesores producen crítica…de 1500 docentes solo llegaron dos artículos para la publicación de una revista de investigación universitaria". (Goyo Torres)

Resaltó que un asunto clave en la discusión sobre la crítica es el lugar de enunciación, y a su modo de ver, sostuvo que el canon literario peruano se construye desde Lima, (tesis que ya la hubo expuesto cuatro años antes en Puno, que provocó la airada reacción de Gonzalo Espino, profesor de la Escuela de Literatura de San Marcos). Como muestra de ello, citó que los libros de comunicación en secundaria presentan a los escritores limeños como representantes de un fenómeno literario nacional lo cual contribuye a difundir la idea errónea que en provincia no hay producción literaria. Agregó en directa discrepancia con Willard Díaz que convertir a Arequipa en un centro no sería la solución, sino la creación de policentros: Cusco, Puno y Tacna se bastarían por sí solos para constituir un centro sin depender de Arequipa.

También Fernando Rivera recusó la tesis de la identidad regional expuesta por Willard Díaz: los esencialismos tienden a derivar en fundamentalismos y son el pretexto perfecto para la discriminación y exclusión. ¿Para qué una literatura cuyos límites sean político-geográficos? ¿Para qué jerarquizar creando más centros? Apeló más a un enfoque de literatura comparada que integre las diferencias y acepte las jerarquías existentes. Crear más centros reproduciría dichas jerarquías.

El profesor agustino hábilmente replicó aduciendo que “las identidades no son esencias sino relaciones”, es decir, soy arequipeño en tanto me distingo de otros que no son arequipeños. De ahí que las identidades no sean fijas sino dinámicas. Para ilustrar su noción de lo movible que son las identidades, Willard citó dos ejemplos: Cecilia Valenzuela y Pablo Quintanilla, ambos arequipeños radicados en Lima, la primera conocida periodista y el segundo connotado profesor de filosofía en la Pontificia Universidad Católica. Ambos para él habían dejado de ser arequipeños porque su larga estadía en Lima les impide reconocerse como arequipeños, además de haber sido absorbidos por otra agenda cultural. Insistió en la necesidad de discutir sobre la identidad regional porque si damos por sentado que no existen identidades entonces cómo podemos hablar de crítica o literatura norteamericana, literatura europea, latinoamericana, etc., si no hay identidad. La cuestión que Willard trajo a colación es ¿desde dónde se debe pensar y hacer la crítica? ¿podemos hacer crítica latinoamericana desde los Estados Unidos? ¿crítica regional desde Lima? El lugar de enunciación para Willard contiene un mundo simbólico del cual el sujeto que enuncia su crítica no puede sustraerse. Cuando la réplica de Rivera no se hacía esperar, Willard anunció que un compromiso urgente le impedía continuar y pedía disculpas por su retiro.

Las inquietudes de los estudiantes fueron comentadas por los miembros restantes de la mesa que ampliaron sus explicaciones y entraron en diálogo con el auditorio. Finalmente, ¿Qué nos dejó este conversatorio? Pienso que a los estudiantes de San Agustín les queda la satisfacción de haber visto a un egresado de su escuela que ha demostrado que los estudios literarios son cosa seria, tanto en San Agustín, San Marcos y Princeton. De Miguel Ángel Huamán, comprender que la crítica es un ejercicio cotidiano y de constante cuestionamiento al sistema. Willard Díaz aportó sus renovadas inquietudes por la discusión de las identidades regionales en momentos que se pretende invisibilizar los conflictos culturales; y Goyo Torres nos recordó que en la escuela de Literatura de San Agustín se debe predicar con el ejemplo. La próxima vez, los subalternos tienen la palabra.

La tradición del ninguneo




"Los poetas inmaduros imitan, los poetas maduros roban, los malos poetas desfiguran lo que toman, y los buenos poetas lo convierten en algo mejor, o al menos en algo diferente. El buen poeta integra su robo en un todo de sentimiento que es único, patentemente distinto de aquello de lo que fue arrancado; el mal poeta lo estampa en algo que no tiene cohesión. Un buen poeta tomará prestado generalmente de autores lejanos en el tiempo, o extranjeros en la lengua, o de intereses diversos".


Función de la poesía y función de la crítica (1933)

T.S. Eliot (Missouri, 1888 - Londres, 1965)


Carlos Arturo Caballero

La literatura escrita por mujeres ha sido, en las últimas décadas, objeto de investigación por parte de diversos enfoques teóricos. La historiografía y la crítica literaria contemporánea, en un afán de reivindicar los discursos marginales, ha colocado en lugar expectante a los textos producidos por mujeres mediante la producción y difusión de ensayos y antologías que pretenden mostrar una preocupación por explicar su función, situación y comprensión dentro de la cultura de masas.

A pesar de ello, subsisten todavía entronizados prejuicios sobre la escritura femenina, los cuales se manifiestan paradójicamente, a través de los mismos medios que la investigan. Antologías, cursos de notas y reseñas en diarios, inclusive cursos de pre y postgrado, incurren en omisiones y absurdas explicaciones para justificar un viejo hábito en algunos de nuestros críticos e investigadores: el ninguneo. No nos referimos al carácter inevitablemente limitado que puede tener un trabajo de investigación o una antología, sino al hecho de ignorar aquello que se produce fuera de nuestros límites, o peor aún, que estando muy cerca, se subvalora por consideraciones más personales que textuales.

Desde su primera publicación, la revista Náufrago ha brindado un espacio a todos aquellos que nos han hecho llegar su material ensayístico o de creación, lo cual no implica evitar la rigurosidad al momento de seleccionar los textos. Lo que no debe confundirse es la exigencia con el ninguneo, es decir, descartar de antemano un texto por mero prejuicio.

Terry Eagleton nos explica que “las diferencias de evaluación locales, subjetivas actúan dentro de una forma particular, socialmente estructurada de percibir el mundo” (Introducción a la teoría literaria, 1988:28). La institucionalidad literaria es una cuestión de poder y lugar de enunciación: define las prácticas y las valoraciones que los sujetos aplican a tales prácticas discursivas y la escritura femenina no escapa a ello. En este sentido, la siguiente entrevista cumple con el objetivo trazado por nuestra revista: generar discusión a partir del contacto con el texto, sin imponerles lecturas, sino generándolas.


Entrevista a Soledad Maldonado



De izq. a der.: Soledad Maldonado, W. Ayamamani, A.Caballero y H. Rivas
Foto: Elena De Yta

H.R. En el Perú en el último decenio la literatura se ha visto comprometido con el discurso de la violencia ¿Qué le llevó a ud. a escribir este libro Testigo de cargo un caso de La Cantuta?

S.M. Bueno en realidad mi generación ha vivido esas circunstancias de la guerra interna en el Perú esa situación en muchas circunstancias fue asumida por los escritores de manera callada prefiriendo guardar silencio en la mayoría de los casos frente a los sucesos y frente al significado de los hechos que acaecían en nuestra patria. Pese a ello, hubo un grupo interesante de autores que tomó como temática para la creación poética o narrativa este tipo de situación. Yo como profesora universitaria realmente comprometida con mi quehacer docente, esa vinculación cotidiana con los estudiantes, no podía hacer o permitir que yo fuera una espectadora más de estos sucesos que tocaban tan de cerca a la universidad peruana; y por ello es que me informé en aquel entonces a través de periódicos revistas artículos en general fotografías y poco a poco fui madurando este trabajo de policía hasta escribir Testigo de cargo que tiene en esencia este problema del caso de La Cantuta referido a la muerte de los estudiantes de esta casa superior de estudios igual que el profesor. De tal suerte que este poema largo tiene en esencia en el fondo una información de base de carácter periodístico porque no es un poema que simplemente esté referido a los asuntos propiamente poéticos: está escrito en base a sucesos y a hechos concretos. Podemos nosotros leer los periódicos y revistas de la época y encontraremos que los aspectos que aparecen en Testigo de cargo forman parte de toda la investigación periodística de ese entonces. De tal manera que he conjugado información de carácter histórico con trabajo de carácter poético.

H.R: ¿Cómo ud. considera más o menos el feminismo en nuestra ciudad?

S.M. Yo quisiera decir que las escritoras arequipeñas no nos consideramos feministas, por lo menos yo personalmente no soy feminista. Yo diría que nosotros hacemos literatura, pero una literatura escrita por mujeres…

H.R: El término feminismo es plurisemántico, por ejemplo, para Virginia Woolf significaba algo mucho más radical; para Luce Irigararay, para Cixous o para Simón de Beauvoir tenía un sentido más comprometido con la sociedad. Simon de Beauvoir pensaba en El segundo sexo que primero vendría el socialismo y después con ello se arreglaría el problema de la marginación de la mujer; pero luego se da cuenta que no es así: que la lucha por los derechos de la mujer no puede esperar a que venga el socialismo, sino que debe tener su propio camino. Y eso ocurre en nuestra propia ciudad, el ninguneo como postura de algunos críticos que ni siquiera miran el otro discurso solamente porque, como es del otro género, antes de leerlo ya tienen un prejuicio. El Centro de Escritoras de Arequipa, para mí, es una especie de feminismo con ese segundo significado: no negar la poesía masculina, simplemente, que queden demostradas las manifestaciones literarias hechas por mujeres.

SM. Siempre que hablamos de nuestra poesía o de nuestra literatura recordamos mucho a Antonio Cornejo Polar que nos decía que en un país como el nuestro multicultural y plurilingüe existían necesariamente diferentes discursos y uno de ellos está constituido por todo el trabajo literario, social, artístico que hace la mujer de nuestros días, en ese sentido reitero que nosotros no nos sentimos enemigas ni la cara opuesta de la creación artística, literaria en general, hecha por varones. Lo que sí creemos es que nosotras con mucho esfuerzo y voluntad nos hemos abierto nuestro propio camino porque hemos sufrido la discriminación, bajo el criterio de que lo que escribimos las mujeres carece de valores literarios, y por lo tanto, no se debe considerar dentro del campo de la literatura en general. Nuestras reuniones han tenido esa necesidad: buscar un espacio donde nosotras podamos trabajar y dar a conocer lo que hacemos sin tener que enfrentarnos a nadie. Esa es nuestra política de nosotras como escritoras surperuanas.

A.C: ¿Qué labor viene realizando el centro de escritoras para revertir esa situación?

S.M. En principio yo quisiera decirles que no estoy hablando como presidenta del Centro de Escritoras ni como miembro del Centro de Escritoras sino como poeta, porque además del Centro de Escritoras han surgido una serie de grupos de literatura que congregan a mujeres. En este momento represento a la Casa del Poeta Peruano filial Arequipa y además soy coordinadora cultural del centro de idiomas del la Universidad Nacional de San Agustín. Desde mi campo de trabajo, en este momento cumplo con una programación cultural sostenida, presentaciones de libros, recitales de poesía y conferencias sobre escritores.

W.A. Frente a la situación de la poesía femenina en Arequipa ¿Qué críticas le podría dar ud. a esa producción que en el fondo es muy profunda y muy fuerte en el ámbito local?

Lamentablemente hay un centralismo cultural en el Perú y eso hace que el trabajo de los escritores provincianos no se conozca en Lima y se le discrimine. No solo no se menciona a los escritores, sino que además no se les lee no se conoce, deberían darse una vuelta por Arequipa claro que uds. Están acá porque ustedes son estudiosos de la literatura peruana pero ademas son de Arequipa y su presencia resulta realmente estimulante pero en general los que hacen las antologías exposiciones de libros nos encontramos huérfanos de sin embargo nosotros en el sur del Perú poco necesitamos de Lima porque aquí tenemos una rica y abundante actividad cultural encuentros poéticos abundan. En Arequipa ha nacido un encuentro internacional sobre literatura escrita por mujeres: el encuentro María Nieves y Bustamante. De ahí se fue Chile, Argentina Uruguay, Puerto Rico, España y este año que viene será en Venezuela. Creo que muy pocas entidades nacionales han hecho algo semejante a lo que nosotras hemos hecho en el sur del Perú.

(Entrevista realizada en la Unidad de Postgrado de la Universidad Nacional de San Agustín por Henry Rivas, Arturo Caballero y Waldis Ayamamani).

jueves, agosto 16, 2007

PRIMER CONCURSO DE POESÍA ESCOLAR “PERCY GIBSON” 2007

Con el objetivo de fomentar la lectura, la creación poética juvenil y fortalecer la cultura en nuestra ciudad así como para rendir homenaje a la memoria del poeta, artista, y promotor cultural Percy Gibson Möller, la Revista de Artes y Letras Náufrago y el Diario Noticias de Arequipa establecen este premio regional que se regirá conforme a las siguientes bases:

1. Podrán participar los alumnos de educación secundaria que cursen entre el 1ero y 5to grado de secundaria de cualquier colegio de la región Arequipa.

2. Los participantes podrán concursar con uno o dos trabajos inéditos y originales. No se aceptan trabajos colectivos.

3. Habrán dos categorías en este concurso. La primera de 1ero a 3ro de secundaria, y la segunda comprende alumnos de cuarto y quinto de secundaria. 4. Los poemas son de temática libre escritos a letra Arial 12, espacio y medio, con un máximo de 15 versos, firmado con seudónimo y se enviarán solo por correo electrónico a:

revistanaufrago@yahoo.es en archivo adjunto, formato Word. Se adjuntará otro archivo con seudónimo, nombre, lugar y fecha de nacimiento, nacionalidad, domicilio, correo electrónico y teléfono del autor.

5. Los trabajos se recibirán desde el día de la publicación de estas bases hasta el viernes 28 de septiembre del 2007 a las cinco de la tarde.

6. Los trabajos ganadores serán publicados en la página cultural del diario Noticias, Náufrago.

7. El jurado estará conformado por distinguidos intelectuales y poetas; y tendrá la facultad de proponer a los organizadores la resolución de cualquier situación imprevista.

8. El premio no podrá ser declarado desierto y consistirá en un diploma, libros de distintas materias y becas de estudio en importantes instituciones de la ciudad. Habrá un primer lugar y dos finalistas por cada categoría.

9. La resolución del premio y lugar de premiación se dará a conocer durante la primera semana del mes de octubre del 2007 en el diario Noticias, además de hacerse conocer a los participantes por medio del correo electrónico y al público en general en diversos medios culturales.

10. Todas las cuestiones relativas al concurso serán dirimidas por Náufrago ediciones con la asesoría de los miembros del jurado. Cualquier informe o pregunta sobre el presente concurso se podrá hacer por correo electrónico en la siguiente dirección: naufraggo@hotmail.com dirigirse a Henry Rivas o Arturo Caballero.


La comisión organizadora

Arequipa, agosto de 2007.

Tres personajes en busca de un autor



“Yo aspiro en un momento dado, y por ello he tenido discusiones con personas que quiero mucho pero que piensan diferente, a vivir de lo que escribo, en el sentido de escribir novelas… Mi ideal sería comprarme mi tiempo libre con el producto de lo que escribo para tener todo mi tiempo libre para seguir escribiendo”.

Teresa Ruiz Rosas (Arequipa, 1956)

Entrevista a Teresa Ruiz Rosas

Por Arturo Caballero Medina
acaballerom@pucp.edu.pe

El pasado jueves 19 de julio, se dio inicio a la XII Feria Internacional del Libro en Lima, motivo por el cual, la editorial San Marcos convocó a un grupo de reconocidos escritores nacionales como Oswaldo Reynoso, Miguel Gutiérrez y Teresa Ruiz Rosas, para que comenten sus más recientes publicaciones. Finalizada la presentación, tuvimos una amena charla con Oswaldo Reynoso y el poeta José Ruiz Rosas, y en ese momento tuvimos la oportunidad de concertar una entrevista con la narradora arequipeña afincada en Colonia, Alemania, hace ya varios años, donde se desempeña como traductora de textos literarios.

A continuación, reproducimos la entrevista que cordialmente nos concediera Teresa Ruiz Rosas en el Haití de Miraflores. Esta entrevista fue realizada por el autor de esta nota, Henry Rivas y Daniel Matthews.

A.C.: Teresa, la primera pregunta que te hacemos para los lectores que en Arequipa recién se están acercando a tu narrativa ¿Podrías hacernos una breve síntesis de tu trayectoria literaria?

Pues, eso sería prácticamente otra novela, pues ¿no? Pero, publiqué en el 89 un libro de cuentos el desván en la época en que el Concytec apoyaba ediciones y entonces después fui a Alemania y ese libro se reeditó en suiza al año siguiente, revise la edición es decir, corregí algunas cosas y en el 94 salí finalista del Premio Herralde que me publicó Anagrama la novela después esa novela se tradujo al alemán salio en suiza, en Ámsterdam y después publiqué mejor dicho gané el Premio Rulfo de Radio Francia y del Instituto Cervantes en París con un relato que se llama Detrás de la calle Toledo, que ustedes vieron esa vez y eso se publicó en Lima, Antares lo sacó en una edición trilingüe, muy global. Después en el 2005 una editorial de Bonn que se llama Free Penn —pluma libre— publicó mis cuentos en edición bilingüe, alemán-español. Y ahora saco esta novela…

AC: Tu última novela se titula…

La falaz posteridad. Esta es la novela que acabo de presentar en la feria. Es mi segunda novela.

AC: Cuando tuve la oportunidad de leer El retrato te ha deslumbrado, me sorprendió la manera como armonizas los escenarios locales de Arequipa con los escenarios europeos. En un instante un personaje transita por las calles de Arequipa —mencionas el monasterio de Santa Catalina, la plaza de Yanahuara, por ejemplo— y en otro de pronto está en Reykiavik, Berlín o en distintas ciudades. ¿Cómo influyó en tu narrativa la experiencia europea?

Mucho, pues, porque soy una viajera empedernida, siempre que puedo viajo. Ahora he venido al Perú con el pretexto de presentar este libro, pero me encanta venir al Perú. Siempre que puedo viajo, y esa es la intensidad de lo que vas viviendo en cada viaje… te va dejando huellas, y entonces, eso es lo que luego, sin darte cuenta cómo y por qué, sale otra vez; y lo de Arequipa que mencionabas sale, pues, siempre. Ahí de pronto sale una imagen de Arequipa o hablando en Alemania… está toda la escena situada en Berlín, y claro, porque la referencia primera es Arequipa, la referencia más fuerte es la que está más lejos en el tiempo y en el espacio en principio, y la que ha sido más intensa. En Reykiavik no he estado nunca, ahí eso fue un artificio para crear una metáfora del frío. Reykiavik o Islandia mejor dicho, es el país donde hay mayor proporción de escritores es otra… era un ambiente que yo quería dar a una historia determinada., entonces, por eso lo elegí. Pero hay otras referencias que son reales, son vividas y naturalmente, la primera que sale es la más antigua, la más larga, la más intensa (…) Pero eso no quita que salgan otras referencias después… Lo que hacen estos viajes es enriquecer este mundo referencial y a la hora de escribir, pues, el peruano asocia.

Sí, porque se armoniza bien lo local con lo cosmopolita sin pasar a quiebres drásticos

En el caso de esta novela, La falaz posteridad, además de local tiene mucho más peso quizás porque en Detrás de la calle Toledo el relato es todo es en Arequipa. Pero en mi última novela hay un contrapunto entre el Perú y Europa digamos pero más específicamente Arequipa, porque el destino de los personajes es llegar a Arequipa, pero en la novela no llegan, pero hay una evocación de una época, de un pasado común con un grupo de amantes del cine. Toda esa etapa del cine club blanco y negro yo he tratado de rendirle un homenaje, en realidad, en esta novela; y de ese modo también, inventando un contexto para la historia del personaje de Dora Bakarel hija del cinesta Slatan Dudow que es una historia que necesitaba, en mi concepto, de un contrapunto para poder existir. Es como cuando uno ve una película de Almodóvar y de pronto dice ¡qué chistoso!, como en Volver, por ejemplo, pero, en realidad, hay una construcción enorme de un montón de cosas, pero de lo que se trata es de denunciar este abuso sexual en las familias, etc. Así como lo veo yo, lo demás es que determinadas cosas que uno quiere decir en cualquier medio, si uno lo fuerza, no pasa nada, tiene que crearles un mundo, un andamiaje, un contexto; entonces, ahí hay mil oportunidades, mil opciones…

HR: La primera pregunta que te haría sería que en si consideras que en tus escritos, los referentes arequipeños o locales insertados en una narrativa cosmopolita son de alguna manera una defensa cultural para tu identidad. ¿Lo consideras así cuando escribes o es algo inconsciente?

Seguramente es eso, pero tal como lo planteas tú, no es conciente, pero sí me hace mucha gracia de pronto, tener que darme cuenta yo misma de que quiero escribir sobre eso.

HR: Porque el narrador uno puede identificarlo como peruano, trascendiendo espacios y tiempos, como decía Arturo, se ve cuajado allí de una manera muy efectiva. La otra pregunta es ¿cuáles son para ti tu modelo de escritor o de escritora cuya narrativa te cambió la visión para que pudieras escribir?

En lengua española, Enrique Vilas Mata. Su narrativa, cuando la empecé a conocer a fondo, me abrió definitivamente brechas. Lo que pasa es que yo también leo en otras lenguas y traduzco literatura, entonces la verdad, que cada vez que un autor me entusiasma mucho, me encantaría escribir como él (…) Me pasa con muchos autores. El último, que me encantaría escribir así es Bolaño. La obra de Bolaño que no me gusta toda por igual, pero por ejemplo 2666 me parece una obra monumental. Yo lo he visto en una entrevista en Alemania (a Bolaño) considero que es el “Fausto” del nuevo milenio, lo digo así tal cual. Me parece una novela que debería ser de lectura obligatoria en los colegios, francamente, 2666, 1 200 páginas… así me gustaría llegar a escribir alguna vez.

AC: En los cuentos de El retrato te ha deslumbrado, me llamó la atención la atmósfera que crea el narrador, con adjetivos muy precisos y detallados, se nota un narrador que se toma el tiempo para construir la escena, preparar el fondo… El cuento del escritor y la agente, ubicado en Reykiavik, por ejemplo… En ese estilo, en qué autores encuentras referentes para el trato del lenguaje, una prosa muy depurada, muy limpia…

Gracias. Eso tendrá que ver con el trabajo de traducción literaria. Es la otra actividad que yo cultivo y que la hago con enorme dedicación y que no es nada fácil. Es toda una proeza tener que traducir a un escritor en otra lengua. Es muy difícil pescar el tono, entrar en la sensibilidad, toda traducción es un trabajo de interpretación. Detectar ese registro de humor, acidez, amargura, alegría… es difícil encontrar un equivalente. Con esta novela (se refiere a La prosperidad falaz) me he dado el lujo de vengarme de eso porque no tengo una versión alemana de este texto que la he hecho como me ha dado la gana (risas), no tengo porque ser fiel a mi propio texto, nadie me va a pedir cuentas, entonces, he hecho otra versión que tiene 15 capítulos, no 30 como esta, claro que más largos los 15… lo que sea… simplemente porque fue una experiencia muy especial que me llevó a esta conclusión: cuando uno escribe en otra lengua es otro mundo, cada lengua es un mundo, de pronto surgen otros referentes, necesidades, hablar más de una cosa que de otra, entrar más o menos en un detalle, etc. Eso ha sido para mí una experiencia muy nueva, muy interesante y reveladora… en este puntillismo de las descripciones es que me alegro mucho de publicar ahora en San Marcos (la editorial), en Lima, y todo porque la directora de la colección, Patricia Colchado, me llamó en un momento que yo sentía que ya no quería corregir más esto, porque se pasa pues uno la vida corrigiendo un texto.

AC: Las novelas no se terminan, se cortan…

Exactamente. Cuando uno habla de amor me parece perfecto el momento para cortar y ya… y si está muy elaborado es por eso… he trabajado en ella (su última novela) los últimos siete años.


Al nivel de la ideología, todos parecen convencidos de que nada existe ni funciona que no sea el libre mercado. Obviamente, ante eso la izquierda no tiene posiciones que tomar, más allá del reformismo y de poner trabas al libre mercado. La lucha por esas trabas puede ser muy productiva, pero debe haber alguna sensación de que otras cosas son posibles, además del libre mercado neoliberal o como se quiera llamar.

Frederic Jameson, (Cleveland 1934)
A propósito del pensamiento crítico de la izquierda


RUBIO / SIPÁN

Henry César Rivas Sucari
henryrivas2001@yahoo.es


Abel Rubio Loayza, hace poesía desde que tiene uso de razón, crea versos a partir de lo cotidiano, las lecturas, las vicisitudes de la vida y de todo lo que le rodee. Pocos poetas en nuestra tierra tiene esa capacidad de orfebre de la palabra, de tenacidad hacia un trabajo que es por pocos leído y lo peor, reconocido. Pero para el poeta esas son cosas secundarias, esos son asuntos que no entorpecen la visión de su trabajo estético. Abel Rubio sigue trabajando hermosos libros como Estancias de los árboles, El sol enmudecido, El corazón del poeta, Rostro de poesía, entre otros. Ha sido antologado por críticos del Perú y el extranjero, pero el mejor homenaje que se puede hacer a un poeta que camina entre nosotros y que dicta desde hace años cátedra en la Escuela de Literatura de la UNSA es leer su poesía. Desde muestro humilde espacio rendimos un merecido reconocimiento a un gran POETA Y MAESTRO.
Los siguientes poemas pertenecen al libro RUBIO/ SIPÁN


SIPÁN

Señor, somos tu sed
Por esa lluvia que no llega
A fecundar tu reino;
Señor, somos tu hambre
Por ese mar inmenso
Que no llega a tocarte.
Somos tu sangre, señor,
Circulando en tu Huaca Rajada.

Y somos tu sueño
Que se convierte en pesadilla
De las manos que suelen profanarte.

Pero, señor, tú debes entendernos
Porque nuestra sed no es de agua
Ni de oro;
Nuestra sed, señor, es de estrellas
A las que tú un día encendiste.

TÚ HAS VUELTO

Todo nos dice que tú has vuelto
a rehacer tu reino.

Que tu viaje es un perpetuo devenir
porque contigo empieza todo.

Ardiente vino
nace de nuestra sangre:
es tu ebriedad, señor,
sin cuyo vuelo ya no seríamos
estos constructores
de imágenes.

VENIMOS DEL MAR

Venimos del mar
a retomar tu huella protozoaica
que en tu ceramio
- máscara humana –
nos devuelve a la vida
como un eco.

Desde la cálida playa nos presientes
como descendientes de Naylamp
construyendo el territorio de los moche.

Somos, oh padre,
aquellos que respiran,
que te vuelven a empañar los labios,
que no cesan de ser tú
detrás de esa máscara,
para que de nuevo inventes el lenguaje
sin el que nosotros ni nadie
- sólo por no hablar –
ya no seríamos.

HOMBRE NUEVO

Somos tus sucesores
y a la vez todo tu ancestro.
Provenimos de Chavín
y fuimos gran Chimú.
a trágico inca representamos,
y ahora mestizos liberados
por tu fuego
proseguimos el camino que es el tuyo,
pues por donde vamos
marcamos nuestras hullas con tu signo,
y de tanto ser tu barro
aspiramos a ser cuerpo celeste
para volver a ser otro hombre.

NUESTROS DIOSES

Sipán: Casa de la Luna,
con ventanas de ultramar,
llena de ciudades y huacas enterradas;
quien escarba en sus dominios
encuentra huacos,
metales preciosos,
inscripciones;
pero después es devorado
por el ¡ay! del Chaparrí.
En lo hondo de nuestra alma,
al filo del XXI,
nuestros dioses siguen siendo el sol,
el jaguar, el agua, el ciervo y la serpiente.

Y una callana tuya
es un pedazo de tu corazón.

Convocatoria a publicación


"El papel del intelectual, se dice, es hablarle al poder con la verdad. Noam Chomsky ha desmentido este cliché curialesco mediante dos tipos de argumentos. De un lado, el poder ya conoce la verdad; y está ocupado tratando de ocultarla. Del otro, los que necesitan la verdad no son los que están en el poder, sino aquellos a quienes el poder oprime”.
Terry Eagleton
( Inglaterra, 1943)


Letras del Sur. Crítica y debate en las ciencias sociales y humanidades.


¿Cuál es el rol de los intelectuales en sociedades como la peruana o la latinoamericana? Uno de ellos es fomentar el espíritu crítico al interior de sus comunidades y otro es discutir los temas de interés nacional, haciendo que su discurso trascienda más allá de congresos o de las aulas universitarias para, finalmente, llegar al ciudadano de una manera clara y didáctica. Los esquemas teóricos no deben convertirse en el fin sino en el medio para justificar la reflexión.

Es por ello que la revista Letras del Sur, convoca a la recepción de trabajos de investigación en las áreas de crítica literaria, ciencias sociales y política para la publicación de su primer número en el mes de octubre del presente año.

Letras del Sur surge con el propósito de incentivar la investigación interdisciplinaria en las áreas de humanidades y ciencias sociales, para crear un espacio de diálogo entre las diversas comunidades académicas de nuestro país, en momentos en que el debate de los asuntos de interés nacional y el discurso de los investigadores especializados puede aportar nuevas luces para la comprensión de nuestra realidad sociocultural.

La publicación tendrá una frecuencia trimestral, para lo cual, convocamos a los interesados en las áreas antes mencionadas, a colaborar en este proyecto enviando un ensayo de 5 carillas en formato A4, estilo de letra Times New Roman, tamaño 11, con interlineado de 1,5 al correo electrónico acaballerom@pucp.edu.pe. Los ejes temáticos son elección del autor del ensayo. La fecha límite para la recepción de trabajos es el 24 de setiembre.