domingo, mayo 03, 2009

"A mí Humala no me parece de izquierda"



Hace dos semanas, Hildebrandt entrevistó a Manuel Benza Pflucker quien fuera diputado por IU entre 1985-1990 y ahora secretario de la democracia cristiana del Perú que forma parte del FREPUP (Frente de Fuerzas Populares del Perú) partido por el cual es ahora precandidato a la presidencia de la Región Lima. Este frente se encuentra integrado por "ciudadanos progresistas y demócraticos de ideas cristianas, descentralistas, socialistas antineoliberales,nacionalistas y patrioticas". Según lo que consignan en su blog buscan "la organización política frentista y unitaria de los demócratas, patriotas, nacionalistas, socialistas, cristianos, izquierdistas y progresistas en la Región Lima.


A pesar de la brevedad de la entrevista, Benza Pflucker tuvo algunos comentarios que merecen destacarse. El primero tiene que ver con la importancia de las elecciones primarias dentro de un partido político que aspira a participar de alguna elección. Para que la democracia trascienda la formalidad de asistir periódicamente a una urna y se convierta en una práctica de convicciones, el ciudadano debe atestiguar que el partido al cual pertenece el candidato de su preferencia es democrático en sus procedimientos para elegir a sus representantes. Tal cual viene sucediendo en Chile con los partidos de izquierda cuyos precandidatos participarán de elecciones primarias con miras a las presidenciales, algo similar debería suceder aquí en el Perú. Me agradó la afirmación de que no creía en las candidaturas naturales. El mesianismo político sirve de base para sostener a los caudillos, vengan de izquierda o de derecha; por ello, nada más perjudicial que considerar a un candidato como el líder natural del partido sin que su representación haya sido producto de una elección democrática. Al respecto, en una eventual plataforma de izquierda (muy hipotética por cierto) tendrían que debatir Susana Villarán, Javier Diez Canseco y Ollanta Humala como precandidatos y no, como ha venido siendo, que a su alrededor se diseñe la plancha presidencial. ¿Es que acaso Ollanta Humala fue elegido como representante del Partido Nacionalista mediante voto? ¿No debería someterse a elecciones su representación para las presidenciales del 2011?

Benza Pflucker hizo un llamado a que los demás partidos de democraticen interiormente y a que convoquen a elecciones sino primarias, al menos internas para que se deliberen propuestas y haya debate: "En el Perú, nada se debate", dijo. "Por ejemplo, no se ha debatido qué es el neoliberalismo". Esto último es muy importante porque la formación política del ciudadano hace mucho que no depende de los partidos políticos y mucho menos de los intelectuales, sino de los medios de comunicación que tienden a banalizar la discusión política convirtiéndola en un producto de entretenimiento. Resulta más atractiva para la gran mayoría de la teleaudiencia la imitación y el escarnio de Jorge Benavides y Carlos Álvarez sobre Rómulo y Luciana León que la necesidad de informarse medianamente sobre el particular. Pero volviendo a lo expresado por Benza Pflucker, la discusión sobre lo que se entiende por neoliberalismo es de actualidad porque subsiste una gran confusión en torno a sus diferencias frente al liberalismo clásico, su hegemonía actual en el mundo, sus limitaciones éticas, el posible inicio de su debacle y el análisis e interpretación de su desarrollo como paradigma económico durante las últimas décadas. (Desde esta tribuna hemos contribuido en el esclarecimiento de algunos aspectos). Tales precisiones son necesarias para comprender que la concepción original del liberalismo ha sido pervertida hacia su vertiente pragmatista, utilitarista y económica, la cual define el accionar humano en términos de costo/beneficio u oferta/demanda. (Pronto, publicaremos un artículo sobre el particular).


Finalmente, otra de las afirmaciones de Benza Pflucker que merece destarcarse es que a él Humala no le parece de izquierda con la cual concuerdo plenamente. De manera contraria a lo que generalmente se dice en los medios o es aceptado por la gran mayoría de la opinión pública, la propuesta del Partido Nacionalista dista mucho de ser representativa de una izquierda moderna y democrática (aunque resulta evidente que Humala ha moderado enormemente su discurso etnocacerista-nacionalista distanciándose del radicalismo de su hermano Antauro hasta aproximarse cada vez más al centro) porque el internacionalismo, la conformación de una ciudadanía planetaria, el ecologismo y la pluralidad (cultural, étnica, religiosa, de género, etc.) son algunos temas presentes en la agenda de esa izquierda con la cual el nacionalismo humalista no dialoga o esquiva. El nacionalismo, luego de la caída del Muro de Berlín, resucitó con fuerza en los países de Europa Oriental y sirvió para que los comunistas de ayer remozaran sus discursos totalitarios amparándose en la identidad cultural como punta de lanza de sus propuestas políticas. La izquierda democrática no puede ser (no debería serlo) nacionalista porque aquella reconoce la importancia de la diversidad en todos los ámbitos del acontecer humano y el nacionalismo, enfocado desde una óptica reduccionista, aislacionista, de identidades en conflicto con otras o de culturas enfrentadas, niega el valor de la diversidad.

Democratización de los partidos políticos, debate de propuestas y esclarecimiento de lo que significa ser de izquierda hoy son algunas demandas que, a mi modo de ver, resultan inaplazables, sobre todo cuando las elecciones generales están tan cercanas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ollanta Humala está madurando para bien, se le quiere satanizar por un gusto político y miedo empresarial, supuestamente.

Ahora, ese cambio, en el Perú lo alejará dela presidencia, porque en el Perú se vota o con furia o con miedo, no con tranquilidad.Otra cosa, si Humala quiere trasnformar el país, primero, tiene que liderar su partido, construirlo, fomentar cuadros intelectuales, ser un partido de verdad, a largo plazo, no para una elección, solamente.

Saludos

henry