Henry César Rivas Sucari
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
No me acuerdo haber escrito por mi gusto
sino un papelillo que llaman El sueño
Sor Juana Inés de
- Palabras Preliminares
Hay en la literatura hispanoamericana una tradición poética que rebasa las fronteras de lo que Mariátegui llama etapa colonial, es decir, el proceso de una auténtica literatura, madura, singular, original. Hay también excepciones mayores en las que la poesía de las colonias se sitúa de igual a igual (algo no muy frecuente) a competir en el siglo XVII, siglo del Renacimiento y del Barroquismo, con los grandes nombres de la metrópoli española: Calderón, Góngora. Y lo extraordinario de esta circunstancia es el que nuestra poetisa estudiada se convierte no solo en ideario de la intelectualidad de la época, sino, de todas las épocas.
La literatura creada por Sor Juana Inés de
El producto de toda esta situación: un arte depurado y perfecto. El poema Primero Sueño, puede considerarse su obra más alta y estar al lado de las de Góngora(Al que supuestamente imitó) y Calderón. Además debemos entender el impulso de la creación poética: Entenderlo todo, conocerlo todo, por medio de lo objetivo y lo subjetivo, de los ojos y la fantasía, del cuerpo y el alma. Una grandiosa pieza que exige a sus lectores una destreza sobre el conocimiento cultural de esa época, vale decir la filosofía, la literatura, además de la ciencia.
En el presente trabajo, trataremos de abordar algunos puntos, como propuesta para el debate y la reflexión, para el mejor entendimiento del poema Primero sueño, por lo que basaremos nuestra aproximación interpretativa en los estudios teóricos que han desarrollado sobre este poema, Octavio Paz, Georgina Sabat, Antonio Alatorre, Jorge Checa, quienes han desarrollado trabajos sobre distintos temas como la mitología, el feminismo, las alegorías, el estilo barroco, entre otros. Y nos apoyaremos en el análisis textual entendiendo al texto como un tejido de textos, voces, como lo entiende muy bien José E. Martínez Fernández[1] ”Como estudioso de la poesía contemporánea no he dejado de observar su intensa intertertextualidad, explícita o difusa, que integra en el tejido textual otras voces que hacen del texto un cuerpo abierto, tarea a veces de una abundante copia de citas… que el estudio de la intertextualidad en la poesía española es capaz de ofrecer pautas de investigación, de evidenciar distintos objetivos poéticos, caracterizar épocas, momentos…ésta es la razón de mi trabajo: explicarme a mí mismo—y, si es posible, a los demás—la razón de la profusa e intensa intertextualidad de la poesía española contemporánea”.
Notamos en la inquietud de Martínez Fernández una metodología de estudio amplia; sin embargo, creemos que ese estudio, nos puede servir también para hurgar en la poesía de Sor Juana Inés de
La época de Sor Juana está marcada por la religión y la tradición, ahí las rupturas se pagan, en el siglo XVII la reforma española abomina lo científico y moderno, pero no puede hacer mucho para que esto cobre notoriedad y atención en el nuevo mundo. El intertexto que hallamos en Sor Juana es riquísimo, casi todo el conocimiento de su tiempo; leer su obra es acercarse a su época y su cultura. Nosotros adentraremos nuestro estudio en algunos tópicos que nos parecen importantes, por ejemplo el carácter del narrador en la poesía, personal o impersonal, la estructuración, el sueño como material de amor engañoso y el carácter científico del poema Primero Sueño.
1. Sor Juana Inés de
Juana Ramírez de Asbaje nacida según Calleja el 12 de noviembre de 1651[2] en una casa de campo en San Miguel de Neplanta. Esta finca estaba situada cerca de Amecameca, entre los volcanes Popocatepetl e Iztlacihuatl, al sureste de la capital. Su padre fue el español: Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, probablemente de origen vasco y su madre la criolla doña Isabel Ramírez de Santillana. En los documentos del convento donde Sor Juana profesó y vivió, siempre dice ser “hija legítima”de sus padres; sin embargo su madre no estuvo casada y en su testamento se declara”mujer de estado soltera”. La madre de Sor Juana debió haber tenido un carácter independiente e individualista, pues teniendo libertad económica, dirigiendo ella misma su alquería, proporcionó el modelo a seguir que varias de sus hijas tomaron.
Sor Juana tuvo una vocación precoz de mujer intelectual y erudita y también, hay que decirlo una extraña combinación de sometimiento e independencia. El sometimiento al servir en una congregación religiosa y la independencia del conocimiento, tan cara para la época y además desde su posición de mujer, es decir una doble exclusión.
A los tres años aprendió a leer, luego a escribir y se ponía castigos rudos sino podía cumplir las metas de aprendizaje que se había fijado. La frustración de poder ir a la universidad, puesto que era inaudito e imposible tuvo que resignarse con ser autodidacta, agotando así los libros de la biblioteca de su abuelo materno en la cercana Hacienda de Panoayán, por muchos castigos y represiones que recibiera. A los ocho años había producido una loa eucarística, según nos dice su biógrafo Calleja. Al poco tiempo, su madre la mandó a la capital a la casa de unos parientes.
Los marqueses de Mancera, en la corte virreinal captaron muy pronto estimación por la niña rara erudita. El virrey comentaría el extraordinario talento a sus amigos ilustrados y a someterla al examen de cuarenta personajes conocidos por su erudición en distintos campos. Se puede apuntar este hecho como la graduación de Sor Juana, su reconocimiento como fenómeno raro de mujer intelectual en el mundo de aquella época.
Sor Juana decidirá luego unirse al aristocrático convento de las Carmelitas. Es decir, no se dejó seducir por el mundo de la corte prefiriendo un espacio más cómodo para su vocación de estudio. A su alrededor ve a su hermana casada y abandonada por su marido; amigas, compañeras, más o menos sometidas a esposos a sus padres y hermanos; sin otra ocupación permitida ni reconocida que el imperio de la devoción a los maridos y a la crianza de los hijos.
Parece que Sor Juana no concilió sus costumbres con esta orden y precipitó su salida a los tres meses, pero esta vida conventual le permitía todavía algunos atractivos como dialogar con los hombres ilustrados de la época y frecuentar todavía el palacio.
La poetisa dedicó a la marquesa, Condesa de Paredes varios versos y es ella la que a su retorno a Madrid publicará Inundación de castálida (1689), primera edición de parte de sus obras.
La fama de Sor Juana crecía en
Sor Juana cultivó todos los géneros, todos los metros. Evidencia influencia de Lope de Vega, Quevedo, Gracián, Góngora; así como Trillo y Figueroa, Salazar y Torres, Jacinto Polo. Entre sus obras tenemos la ya mencionada Inundación castálida (Madrid 1689). Las ediciones sucesivas de este libro cambiaron el título por Poemas. En total este primer tomo se editó nueve veces en España. El tomo dos bajo el título de Segundo volumen (Sevilla 1692), cambiado luego al de Segundo Tomo y más tarde a Obras Poéticas. El tercer tomo se publicó bajo el título de Fama y Obras póstumas (Madrid, 1700). Sus Villancicos, (
En 1682, el que había sido su confesor, el padre Antonio Núñez de Miranda, quien la guió antes espiritualmente antes de entrar de monja, le instaba a abandonar toda escritura no ligada a estrictos cánones religiosos. La ruptura de parte de la monja con su confesor se manifiesta en tono muy firme en lagarta del padre Núñez (“Carta de Monterrey”,1681 o 1682). El dilema de Sor Juana es que era mujer escritora y monja creyente en una sola persona. El misógino arzobispo de México, Francisco de Aguilar y Seijas, quien nunca aprobó la actitud de estudiosa de Sor Juana intervino en la venta de los bienes de ésta, de sus libros, para las limosnas para pobres.
Sor Juana no era mística ni monja que creyera en éxtasis, ni abogaba por una oración de tipo sobrenatural; su fe religiosa recogía las razones humanas, morales y filosóficas que buscaba el ser humano en su acercamiento a Dios.
Sor Juana se dedicó a hacer penitencia con la misma energía que antes utilizaba para defender su vocación por el estudio. Sor Juana se dedicó a cuidar a sus hermanas enfermas cuando ene. Convento de San Jerónimo entró “una epidemia tan pestilencial, que de diez religiosas que enfermaban, apenas convalecía una. Era muy contagiosa la enfermedad” (Véase a Glantz, UNAM, 1995, pp.93-98). Juana Inés la contrajo, y aunque, según Calleja, “el rigor de la enfermedad, que bastó a quitarle la vida, no la pudo causar la turbación más leve en le entendimiento”.
2. Primero Sueño, una aproximación interpretativa
El título de Primero Sueño, su poema más ambicioso, está saturado de polisemia. “Sueño” puede tener varias acepciones. Octavio Paz diferencia cinco sentidos en la palabra: “sueño como dormir; sueño como ensoñación no mentirosa sino como visión; sueño como nombre de esa misma visión; y sueño como ambición, deseo o ilusión no realizada”[3].
2.1. Pluralismo semántico en el sueño
Esto nos recuerda el pluralismo semántico de las Soledades de Góngora, ya que soledad en este texto tampoco presenta un significado único. Sueño evoca entonces órdenes diversos o signos de experiencia, pero esta imprecisión se ve retratada en el poema, por la dificultad de saber, de conocer, de tener una explicación sobre todos los fenómenos que nos rodean. Otra influencia que podemos colegir según Octavio Paz[4] es: Del Somnium de Kepler; Iter exstaticum de Kircher. Estos poemas pertenecen a la tradición hermética tan en boga en el renacimiento y en el barroco. Según Paz esas indicaciones le muestran ataca cabos para darse cuenta que la visión hermética de la que es parte la visión del alma liberada en el sueño de las cadenas corporales, llegó a Sor Juana a través de Kircher y subsidiariamente de los tratados de la mitología de Cartario ( P. 477).
A lo que concluye que Primero Sueño debe leerse no como el relato de un éxtasis real, sino como la alegoría de una experiencia que no puede encerrarse o en le espacio de una noche…la noche del poema es una noche ejemplar, una noche de noches” (p. 481).
Para Margo Glantz[5] los textos anteriores a primero Sueño que bordean el tema y que cita Paz, carecen de lo que Sor Juana muestra: Individualidad. Así ene. Caso de Kircher; Teodidacto es guiado por Cosmiel; en
En Primero Sueño se rompe esa regla. El alma, independizada del cuerpo recorre los espacios supralunares sin ningún guía.
Paz cree que El Primero Sueño anticipa unote los grandes poemas de finales del siglo XIX, Un coup de dés nabolira pasle hazard de Stephane Mallarmé.
El texto nos propone que le fracaso en esta aventura de conocerlo todo se explica por la riqueza y variedad del universo. Octavio Paz nos dice que el poema nos sugiere nociones de infinitud y descentramiento asociadas a imágenes cósmicas mucho más inquietantes. (502-503). Así el tema de Primero sueño será: “la representación de la aventura fallida del alma se equipara a la victoria irremediable de las energías centrífugas que nunca dejan de infiltrarse en el texto”. [6]
- Apuntes finales
El poema Primero Sueño representa la búsqueda del conocimiento total que gobierna el mundo, y asimismo la frustración de esta búsqueda; pero no el fracaso, pues en la búsqueda está el deleite y el arte.
En la composición de los elementos constitutivos de esa visión del mundo; además de mitología y filosofía clásica, están también el amor como símbolo de libertad; la ciencia como herramienta de conocimiento y el carácter personal en la voz narradora de Primero Sueño.
La influencia que recibió Sor Juana para la composición del poema es múltiple; le debe tanto a fuentes literarias clásicas como a filósofos y científicos.
El amor de Sor Juana por el conocimiento, en una época en que la mujer desempeña un rol menor, y la soberbia personalidad de esta mujer que fue admirada en su tiempo y dio muestra que para la libertad no debe existir ningún tipo de exclusión. [7]
BIBLIOGRAFÍA
ALATORRE, Antonio
1991 Lectura del Primero Sueño. Homenaje Internacional a Sor Juana Inés de
CALLEJA, Diego
1995 “Biografía de Sor Juana Inés de
CHANG-RODRÍGUEZ, Raquel y Margo GLANTZ
2002 “Sor Juana: Los materiales afectos y el sueño” En Historia de la literatura mexicana. Vol. 2. La cultura letrada en
CHECA, Jorge
1996 “Los caracteres del estrago: Babel en Primero Sueño” En Mujer y cultura en la colonia hispanoamericana. Mabel Moraña (ed.) Pittsburg: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana.
DE
1995 Obras completas. México: Fondo de Cultura Económica.
MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, José Enrique.
2001 La intertextualidad literaria. Barcelona: Cátedra.
MARTÍNEZ SAN MIGUEL, Yolanda
1999 Saberes Americanos, subalternidad y epistemología en los escritos de Sor Juana. Pittsburg: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana,
MORAÑA Mabel
1997 “Sor Juana y sus otros. Núñez de Miranda o el amor del censor”. En Sor Juana Inés de
SABAT, Georgina
1976 El sueño de Sor Juana Inés de
PAZ, Octavio
1982 Sor Juana Inés de
[1] José Enrique Martínez Fernández.
[2] “Conservamos la fecha de 1651 porque el hecho de haberse encontrado un acta bautismal de 1648 de una niña,”hija de iglesia”, a quien se le puso por nombre Inés y cuyos padres eran dos hermanos de la madre de la madre de Sor Juana, no es suficiente para cambiar la fecha que la misma Sor Juana le daría al padre Calleja. No sabemos si Sor Juana adoptaría el nombre de Inés al hacerse monja o si lo tenía de sgundo al bautizarse. Lo cierto es que no solo usó, ni ella ni su madre (al referirse a ella), antes de entrar en el convento.” Historia de la literatura hispanoamericana. Tomo I. Época colonial. Luis Iñigo Madrigal. °Ed. Madrid: Cátedra, 1992. Pág. 275-293.
[3] Octavio Paz. Sor Juana Inés de
[4] Octavio Paz. Sor Juana Inés de la cruz o las trampas de la fe. Barcelona, Seix Barral, 1982. Pág. 469.
[5] Raquel Chang-Rodríguez. Margo Glantz. Historia de la literatura mexicana .Vol. 2. La cultura letrada en
[6] Jorge Checa. “Los caracteres del estrago: Babel en Primero Sueño”. Mujer y cultura en la colonia hispanoamericana. Mabel Moraña, Ed. Pittsburg: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 1996. Pág. 257.
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