Universidad de La Frontera, Temuco-Chile
1. Introducción
Este trabajo tiene como principal objetivo completar en una visión sintética las ideas de van Dijk en relación a la "cultura", "etnicidad", "género", "tipos de análisis de discurso" y la "emergencia" de otras disciplinas relevantes. A la luz de las fuentes consultadas, como referencias, queda claro que gran parte de los estudios sobre "análisis del discurso" (AD) ocurren en una o más de las áreas descritas en el trabajo anterior: forma, significado, interacción y cognición. Sin embargo, se aprecia que el "contexto" juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado por diversos expertos en una variada amplitud de significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede definir como "la estructura que involucra todas las propiedades o atributos de la situación social que son relevantes en la producción y comprensión del discurso"; así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el discurso (escrito y oral) sino que es posible lo contrario: puede modificar las características del contexto; tal como pueden distinguirse estructuras locales y globales en el discurso, lo mismo puede darse con referencia al contexto. Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo, ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus "roles socio-comunicativos" (locutor, amigo, presidente, etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global se hace evidente o relevante en la identificación del desarrollo o proceso del discurso en acciones de las organizaciones o instituciones conocidas como "procedimientos" (legislaciones, juicio, educación, reportaje o informes). Del mismo modo el contexto global se manifiesta cuando los participantes se involucran en interacciones como miembros de un grupo, clase o institución social (mujeres - hombres; "winka"- mapuche; anciano-joven; jefe-empleado; el proceso educativo; el parlamento, la Corte, o la Policía).
Pues bien, al asumir un enfoque contextual del discurso involucramos muchos aspectos de la sociedad y su cultura.
Por ejemplo, el uso pronominal que tenemos en nuestra lengua como el Español "tu-Ud" como formas de cortesía presupone siempre que, como usuarios de esta lengua, conocemos la naturaleza, de algún modo, del otro en la interacción social. Por otro lado, la variación en el léxico implica igualmente que como hablantes podemos tener opciones diferentes o "ideologías", por ejemplo, "terrorista" frente a "luchador por la libertad" o "viejo" versus "adulto mayor". Los actos de habla como las ordenes o imperativos presuponen siempre diferencias de poder y autoridad. Van Dijk (l992) es concluyente cuando plantea que en todos los niveles del discurso podemos encontrar las "huellas del contexto" en las que las características sociales de los participantes juegan un rol fundamental o vital tales como "género", "clase", "etnicidad", "edad"," origen" , y "posición" u otras formas de pertenencia grupal. Además, sostiene que los contextos sociales no siempre son estáticos y que, como usuarios de una lengua, obedecemos pasivamente a las estructura de grupo, sociedad o cultura; así el discurso y los usuarios tienen una relación dialéctica en el contexto. Es decir, además de estar sujetos a los límites sociales del contexto contribuimos también a construir o cambiar ese contexto; podemos comprometer negociaciones flexibles como función de las exigencias contextuales junto con los límites generales de la cultura y la sociedad; al mismo tiempo que obedecemos al poder del grupo también lo "desafiamos" pues las normas sociales y sus reglas pueden ser cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen a un orden social nuevo.
2. Género
Este trabajo tiene como principal objetivo completar en una visión sintética las ideas de van Dijk en relación a la "cultura", "etnicidad", "género", "tipos de análisis de discurso" y la "emergencia" de otras disciplinas relevantes. A la luz de las fuentes consultadas, como referencias, queda claro que gran parte de los estudios sobre "análisis del discurso" (AD) ocurren en una o más de las áreas descritas en el trabajo anterior: forma, significado, interacción y cognición. Sin embargo, se aprecia que el "contexto" juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado por diversos expertos en una variada amplitud de significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede definir como "la estructura que involucra todas las propiedades o atributos de la situación social que son relevantes en la producción y comprensión del discurso"; así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el discurso (escrito y oral) sino que es posible lo contrario: puede modificar las características del contexto; tal como pueden distinguirse estructuras locales y globales en el discurso, lo mismo puede darse con referencia al contexto. Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo, ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus "roles socio-comunicativos" (locutor, amigo, presidente, etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global se hace evidente o relevante en la identificación del desarrollo o proceso del discurso en acciones de las organizaciones o instituciones conocidas como "procedimientos" (legislaciones, juicio, educación, reportaje o informes). Del mismo modo el contexto global se manifiesta cuando los participantes se involucran en interacciones como miembros de un grupo, clase o institución social (mujeres - hombres; "winka"- mapuche; anciano-joven; jefe-empleado; el proceso educativo; el parlamento, la Corte, o la Policía).
Pues bien, al asumir un enfoque contextual del discurso involucramos muchos aspectos de la sociedad y su cultura.
Por ejemplo, el uso pronominal que tenemos en nuestra lengua como el Español "tu-Ud" como formas de cortesía presupone siempre que, como usuarios de esta lengua, conocemos la naturaleza, de algún modo, del otro en la interacción social. Por otro lado, la variación en el léxico implica igualmente que como hablantes podemos tener opciones diferentes o "ideologías", por ejemplo, "terrorista" frente a "luchador por la libertad" o "viejo" versus "adulto mayor". Los actos de habla como las ordenes o imperativos presuponen siempre diferencias de poder y autoridad. Van Dijk (l992) es concluyente cuando plantea que en todos los niveles del discurso podemos encontrar las "huellas del contexto" en las que las características sociales de los participantes juegan un rol fundamental o vital tales como "género", "clase", "etnicidad", "edad"," origen" , y "posición" u otras formas de pertenencia grupal. Además, sostiene que los contextos sociales no siempre son estáticos y que, como usuarios de una lengua, obedecemos pasivamente a las estructura de grupo, sociedad o cultura; así el discurso y los usuarios tienen una relación dialéctica en el contexto. Es decir, además de estar sujetos a los límites sociales del contexto contribuimos también a construir o cambiar ese contexto; podemos comprometer negociaciones flexibles como función de las exigencias contextuales junto con los límites generales de la cultura y la sociedad; al mismo tiempo que obedecemos al poder del grupo también lo "desafiamos" pues las normas sociales y sus reglas pueden ser cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen a un orden social nuevo.
2. Género
En relación a este aspecto se plantea que como varones, de un modo abierto y a veces no tanto, nos comprometemos en formas verbales "sexistas" con y acerca del sexo opuesto, atributos que prevalecen en un grupo social. De esta forma contribuimos a " reproducir" un sistema de desigualdad de géneros al ejercer un control de aquellos aspectos del contexto a expensas de participantes femeninos en el tópico, estilos, turnos, etc. en todo tipo de eventos comunicativos (Montgomery l976; Giles l979; Salkie l995).
Sobresalen en este ámbito los estudios de West, Lazar, y Kramarae quienes han desarrollado el AD en este interesante ámbito.
3. La etnicidad
Las ideas relacionadas con el punto anterior son válidas en cuanto a la etnicidad. Aunque no se define el concepto, implica el discurso y la comunicación intra e intercultural. Se menciona la situación en los EE.UU. donde la historia de la esclavitud y la segregación racial o el racismo continuo han creado las condiciones propicias del discurso típicas de las comunidades Afro-americanas en ese país . De esta manera, los grupos étnicos o raciales han sido capaces de desarrollar formas de hablar específicas dando origen a una influencia y adaptación mutua y generando al mismo tiempo problemas de comunicación y comprensión intercultural. A nivel de sociedad global estas relaciones interculturales o interétnicas pueden tomar la forma de "dominancia" al entrar en una forma de reproducción de etnocentrismo y racismo a través de la utilización de un discurso "prejuiciado" o "discriminatorio" sobre una minora étnica o racial o de cualquier emigrante. Sobresalen en esta línea los estudios del mismo van Dijk junto con S. Ting-Toomey y D. Troutman sobre cultura, etnicidad y racismo (Giles l979; Saville-Troike l982; Stubbs l993).
4. La cultura
Lo sintetizado en los puntos o aspectos anteriores sobre el AD adquieren validez también en el ámbito de la cultura. Ello por cuanto las distintas formas del discurso han sido testigos de las variaciones sociales entre los actores sociales como en los grupos; esto significa que el discurso es influido por las características de los cambios culturales. Así, "narrar", "cumplir una orden", expresar cortesía", o "cambiar de tema", por citar ejemplos, se pueden hacer de modos diferentes dependiendo de los valores, normas, relaciones sociales, o instituciones y la forma que adoptan o tienen determinados contextos socio-culturales. Ocurre que en el contacto intercultural las diferencias discursivas pueden aceptarse de un modo tolerante y cooperativo o dar origen a incomprensiones o conflictos traducidos en formas de dominación, exclusión u opresión (Stubbs 1993) hacia los de menos poder. De aquí que el estudio y análisis de la comunicación intra e intercultural sea un campo de acción importante para el AD multidisciplinario. En este terreno las ideas de van Dijk han sido desarrolladas por C. Goddard y A. Wierzbicka en relación a lo que ellos denominan la "interculturalidad del discurso".
5. Análisis del discurso social
Es la dimensión donde encontramos el AD relacionado con las nociones de cultura y sociedad. Para van Dijk, es justamente el ámbito donde debieran culminar los estudios de AD. A pesar de ser un marco complejo, podemos aquí, como investigadores, trascender el mero análisis de las combinaciones "discursivas" de la oraciones, la coherencia", los "actos de habla", y los "turnos conversacionales" o los simples "cambios de tópico". Si bien es cierto que muchas de las propiedades de estas estructuras y estrategias poseen cierta autonomía y son libres de contexto, ellas interactúan con muchas de las propiedades de los contextos locales y sociales anteriormente bosquejados. Además, van Dijk plantea que si queremos explicar lo que es el "discurso", resulta insuficiente analizar sus estructuras internas, las acciones que se logran, o las operaciones mentales (procesos cognitivos) que ocurren en el uso del lenguaje. En este sentido es necesario dar cuenta que el discurso como acción social ocurre en un marco de comprensión, comunicación e interacción que a su vez son partes de estructuras y procesos socio-culturales más amplios. De esta manera, por ejemplo, las destrezas narrativas pueden ser constitutivas de una cultura colectiva o las habilidades de argumentación en el Parlamento pueden ser inherentes a los ambientes legislativos, o cómo el "discurso educacional" (Stubbs,l993) pueda definir la educación como proceso social, etc. Sobre esta base, se puede plantear la idea de que, mediante propiedades especificas del habla acerca de inmigrantes o de los "pueblos indígenas", se pueda contribuir a una forma de reproducción de "prácticas racistas". Por otra parte, siempre en la línea de van Dijk, la desigualdad de los "géneros" puede también manifestarse y confirmarse por el discurso "machista" desafiado a su vez por otro "feminista". El abuso del poder político puede involucrar a la manipulación y legitimación de la propaganda como tipos o funciones de una "comunicación discursiva" que cualquier oposición política puede de igual forma realizar. En síntesis, lo que puede aparecer como mero discurso local, en muchos casos, se instituye como procesos y estructuras complejas a un nivel más global de la sociedad.
Estas formas de AD no son simples; requieren de un estudio más integrado en todos los niveles o dimensiones vistos hasta aquí; así las relaciones entre discurso y estructuras sociales resultan a menudo ser indirectos y altamente complicados de abordar. Retomando, a modo de ejemplo, lo que decíamos en párrafos precedentes sobre el o los "usos pronominales" (pronominalización) éstos necesitan relacionarse con la estructura de la oración, el significado, la interacción, modelos mentales, la identidad y las creencias compartidas, antes de relacionarlos con las diferencias de poder entre los miembros de un grupo o estructuras y rutinas institucionales. No cabe duda que al ámbito del AD es, en consecuencia, inter o multi disciplinario; ello queda claro al entrar al campo social del AD que tiende a orientarse hacia un "campo aplicado" sobre todo si intentamos llevar este tipo de análisis al terreno de la "educación", los "medios", la "política", el "derecho", y tantos otros campos donde el discurso adopta diversas formas y usos. Esta línea específica de desarrollo del AD la encontramos en los trabajos de Britt-Louise Gunarsson quien en forma detallada nos da cuenta de lo que ocurre desde la llamada "lingüística aplicada" a la conformación del marco de un "análisis de discurso aplicado" enfocado hacia los "ambientes educativos", "ambientes legales y burocráticos", "ambientes médico- social", "ambientes laborales" ,y los "ambientes científicos o académicos" (De Beaugrande l993).
6. El ad crítico: (o análisis crítico del discurso)
A pesar de que podamos involucrarnos activa o pasivamente en los aspectos sociales del AD y de un modo también lejano o desinteresado siempre tendremos en frente de nuestro trabajo las normas dominantes que requiere todo trabajo intelectual o académico con el fin de ser "objetivo". Igualmente nos comprometemos en los temas y/o fenómenos a estudiar. Como tal debemos asumir una posición más cuestionadora de la realidad circundante, principalmente cuando se trata de cómo los discursos orales y escritos reproducen el abuso de poder, la dominación o la desigualdad social. A esto es lo que van Dijk denomina "AD crítico" cuyo exponente explicita siempre su posición social y política; asumir una posición con el fin de descubrir, desmitificar y, al mismo tiempo, "desafiar" una posición o dominación mediante un análisis crítico del discurso opuesto. Así, en lugar de centrarse en la disciplina y sus teorías o paradigmas lo hace en la relevancia de una situación problemática o crucial . El trabajo de un analista crítico está orientado por un "problema" más que por un marco teórico; su análisis, su descripción de un fenómeno como la formulación de una teoría juegan un rol en la medida que permita una mejor comprensión crítica de la "desigualdad social" basada en, por ejemplo, origen, género, clase, religión, lengua, u otro criterio que pueda definir las diferencias humanas. Su fin último no ser puramente científico, sino también político y social, es decir, con tendencia al "cambio". Es justamente en este sentido que la orientación social se transforma en "crítica". Quienes se mueven en esta senda ven el AD como una tarea moral y política con responsabilidad académica.
Finalmente, debemos dejar en claro que, para van Dijk, el AD o el "discurso" mismo es una parte inherente de la sociedad y participa prácticamente en todas las "injusticias" de la sociedad como en la lucha contra ellas. Un analista crítico del discurso , además de tener en cuenta el vínculo entre discurso y estructura social apunta a ser un "agente de cambio", solidario con las necesidades que promueven tal cambio. En esta línea de trabajo sobresalen las contribuciones de N. Fairclough y R. Wodak en temas tales como "lenguaje y poder", "el discurso de los medios", y los "trastornos del discurso".
7. Tipos de análisis del discurso
Hasta aquí hemos presentado una introducción elemental, aunque densa, de las estructuras, niveles y dimensiones del discurso y sus enfoques. Ahora, en una breve visión retrospectiva, consideraremos el marco resultante en términos más generales al examinar aquellos principios básicos que orientan el quehacer en AD donde se distinguen tipos, estilos y modos de realizar el análisis.
El que más prevalece o ha prevalecido es el trabajo sobre "análisis textual" que trata con las estructuras más abstractas del discurso escrito como un objeto fijo en la perspectiva de la "lingüística". El otro es el relacionado con el "estudio del habla" (discurso oral) que se centra en aquellos aspectos más dinámicos de la interacción espontánea en la perspectivas de las "ciencias sociales".
A pesar de las diferencias de enfoques, ambos están comprometidos con el descubrimiento de "ordenes", "reglas", y "regularidades" en el trabajo de análisis de "estrategias" y "estructuras"; tienen una orientación descriptiva y su tendencia es a ignorar contextos mayores como por ejemplo lo "cognitivo" y lo "social".
De la misma forma también existe la distinción entre estudios más "formales" o abstractos como en la inteligencia artificial y gramática, y estudios más "concretos" de textos reales o formas de habla en contextos específicos o socio-históricos, es decir, de la formas reales en que los usuarios de una lengua se manejan como "actores sociales", hablando, significando, y haciendo cosas con palabras.
En la literatura consultada, resaltan las orientaciones de tipo teórico y descriptivo y los aplicados y críticos con un fuerte‚ énfasis en lo social, el último. También se puede distinguir una diferencia en los "estilos" o diseños de investigación; aquí se sitúan los estudios "empíricos" que trabajan con información concreta o corpus, y los de orientación "filosófica" que son más bien especulativos y utilizan formas impresionísticas para referirse al discurso.
Otro criterio de diferenciación de enfoques se basa en tipos de discurso en cuanto a "género". Aquí las preferencias apuntan hacia las conversaciones, las noticias, la publicidad, la narrativa, la argumentación, el discurso político, entre otros. Ahora bien, cada uno de estos enfoques ha desarrollado sus propios conceptos, métodos y técnicas de análisis; una integración de los mismos pueden circular en forma paralela a la variación y especialización interdisciplinaria van Dijk distingue tres: a) los que se centran en el discurso mismo o en la estructura, b) los que consideran el discurso como comunicación en el ámbito de la "cognición", y c) aquellos que se centran en la estructura socio-cultural. Todos conforman una trilogía (discurso, cognición, sociedad) la que se vislumbra como el ámbito propicio para es establecimiento de una empresa multidisciplinaria en el AD. Sea cual fuere el punto por donde podamos ingresar a este triángulo descubriremos que no se necesitan de los otros lados o aspectos; cualquier exclusión, entonces, década de los años 60 el interés emergió simultáneamente tanto en el campo de las "humanidades" como en el de las "ciencias sociales". Ya, como discurso escrito y oral, venía siendo abordado o tratado en el análisis literario, la historia, la comunicación de masas, y desde la Grecia Antigua en la retórica o como las propiedades de "hablar en público". Por ser el AD un campo interdisciplinario nos referiremos en forma resumida a las principales disciplinas que lo abordan y tratan:
** Etnografía. Surge a mediado de los años 69 como una interdisciplina sistemática y explícita para abordar el AD; fue justamente en el campo antropológico donde se levanta un escenario con un primer "informe etnográfico" de los llamados "eventos comunicativos" (formas de hablar") en los contexto culturales. Se planteó que los hablantes de una lengua no sólo conocen las reglas o principios que estructuran una lengua como sistema gramatical sino también, como miembros de una cultura, son poseedores de una "competencia comunicativa" (saber qué decir y cuándo) (Silva, l988) más amplia; que comparten un conocimiento cultural de reglas sobre cómo hablar correcta y apropiadamente en situaciones, por ejemplo, "cómo advertir", "cómo contar un cuento", o "cómo entrar/salir de una disputa o debate"(Saville-Troike, l982).
** Estructuralismo y Semiótica. Surge como el llamado de Formalistas y otros especialistas Rusos en los años 20 y 30. El primero ofrece un marco más amplio para el estudio de la "narrativa", los "mitos", "literatura", y "cine" y otras prácticas semióticas en Francia desde donde se proyectaron influencias en diversos sentidos y latitudes. Por ejemplo, el análisis estructuralista de textos y/o narrativas en el estudio de los "medios" (Tobin,l990). La crítica que siempre aparece en estos enfoque es la de no dar cuenta de los procesos cognitivos, la interacción social, y las estructuras sociales.
** Gramática del Discurso. Más allá de la corriente Generativista en Lingüística, algunos lingüistas se han dado cuenta que el estudio de la lengua significaba, más que describir un sistema sintáctico, sobre la base de oraciones aisladas de contexto , comenzar a pensar en términos de "texto" o, como lo denomina van Dijk, la gramática de discurso centrado especialmente en las relaciones semántica y funcionales entre las oraciones. En otras palabras, cómo un texto es coherente y cómo se distribuye la información en el mismo. Hasta ese momento, el enfoque estructuralista o semiótico en el AD no consideraba el uso real de la lengua o la "dimensión social del discurso". De esta manera, y como una forma de enriquecer el campo del AD, los aportes provenientes de la "psicolingüística" y de la "psicología cognitiva" se han hecho relevantes al considerar el estudio de lo que ocurre en el "procesamiento" de la información verbal en textos orales y escritos.
** La Sociolingüística y la Pragmática. Al mismo tiempo que emergen los intereses por la estructura del discurso lo hacen también la sociolingüística y la pragmática como nuevas orientaciones en el campo de las ciencias del lenguaje. Parte de estos esfuerzos se centran en la "naturaleza discursiva del uso del lenguaje", "los actos de habla", y la "interacción verbal" al no sentirse una satisfacción con las cuentas formales de la estructura del discurso en un contexto socio-cultural (Salkie,l995; Leech,l996).
** La Etnometodología. Surge a fines de los 60 como un enfoque "micro-sociológico" interesado en el campo de la "interacción diaria" especialmente en lo referente al análisis de conversaciones en la "vida cotidiana"; reciben una atención preferente los "cambio de turno" o alternancias del diálogo como también qué tipo de interacción social se logra al expresarse de una determinada forma. Estos estudios ejercen gran influencia en la conformación del "análisis conversacional". Se observan escasos vínculos con los estudios lingüísticos formales y cognitivos al tiempo que se mantuvo cierta distancia de las formas "macro-sociológicas" clásicas al dar cuenta de una estructura social (Giles, l979; Stubbs, l993).
** La Psicología Cognitiva. Junto con la Psicología Educacional e inspirada por las complejidades del "aprendizaje humano" y/o "la adquisición del conocimiento" (fundamentos epistemológicos) (Audi, l998) en el inicio de los 70 surge una corriente de investigación en el estudio o rol que desempeñan los "procesos mentales" (atención, memoria, percepción, concentración, solución de problemas, etc.) en el proceso de comprensión de "textos" y en un marco que posteriormente conocemos como "ciencia cognitiva". Este desarrollo ocurre en estrecha cooperación con los avances de la "simulación" de computadores en la comprensión así como el rol del conocimiento en el ámbito de la "inteligencia artificial" que en su conjunto integra, enriqueciendo, las perspectivas de la "Lingüística Textual" (Green, l989; Turner, l996).
** La Psicología Social y la "Psicología Discursiva". La primera entra al campo del AD solamente en la década de los 80 a pesar de que en sus áreas de acción se habían tratado temas relevantes como los "procesos de socialización" y la "atribución". En Gran Bretaña algunos psicólogos sociales desde una relevancia obvia en la interacción social y la construcción de representaciones sociales" desarrollan su propio enfoque conocido como "psicología discursiva". Desde una posición cognitiva, e inspirados por los principios de la etnometodología, se centran en el estudio de la interacción como "fenómeno psicológico" para abordar la "comprensión", la "explicación", la "formación de opiniones e ideologías" (Giles, l979).
** Los Estudios de la Comunicación. En forma de algún modo lenta, en la década de los 70 y 80 las diversas ramas interesadas por el estudio de la "comunicación humana" sintieron que el AD ampliaba su domino de acción, por ejemplo, la estructura de los mensajes en los medios de comunicación masivos, la comunicación interpersonal, intercultural, y empresarial. Se puede afirmar que tanto el estudio de la comunicación humana así como el AD, en conjunto, pueden contribuir a una mayor integración de ambos enfoques ampliando el campo de una "teoría de la comunicación humana" (Brown, l994).
** Otras disciplinas. Lo planteado hasta aquí es válido para otras disciplinas que puedan emerger en el AD centrados en la humanidades y ciencias sociales. Por ejemplo, el estudio de las interacciones verbales en la administración de justicia (Corte o Tribunales) ya han atraído el interés en los llamados "estudios legales" en sociología y la psicología social. Por otra parte, los historiadores se interesan por la naturaleza textual de sus fuentes y de los aspectos narrativos de la historiografía; es el caso de la "teología" con el estudio de la Biblia o de otros textos sagrados. Podemos decir también que, por ahora, de la gama de disciplinas interesadas en el AD, la "ciencia política" es la que parece estar ausente en forma más sistemática; no se necesita argumentar mucho para darse cuenta que es justamente éste uno de los campos en que el discursos oral y escrito constituye un elemento central en todo proceso político (Leech, l996).
8. ¿Diversidad o integración?
A pesar de la riqueza de enfoques interdisciplinarios para abordar el AD, van Dijk lo plantea como opciones válidas conducentes a la unificación de los esfuerzos o al inicio y desarrollo de caminos propios. Lo positivo, como sea que fuere, es que los esfuerzos así expuestos producen una constante renovación teórica interesante por el hecho de que inicialmente, como hemos visto, el AD ha tenido lugar en los límites de disciplinas ya establecidas. Más que tender a la diversidad, el punto es y ser la emergencia de una empresa unificada. Por ejemplo, es lo que hemos venido percibiendo entre la lingüítica textual y la psicología cognitiva; otro tanto se da entre la micro-sociología, la sociolingüística, y la etnografía. Sin embargo, también se observan dominios dispares o aislados como lo son, hasta el momento, la estilística, la retórica y los estudios sobre "argumentación" (Audi, l998). Igualmente permanecen algo separados los dominios entre "mente" e "interacción"; ello lo vemos reflejado en los estudios de la "coherencia" la que fue primero tratada en los textos escritos y desde allí al análisis conversacional; las estrategias de interacción en la llamada "habla situada" fueron ignorados en el estudios de los "textos". Por otra parte, nociones fundamentales como el "significado" han sido tratadas de maneras diferentes en la semántica formal, psicología cognitiva, sociología, y la etnografía de las interacciones.
El mismo van Dijk visualiza que también han ocurrido "formas de fragmentación" lamentables en los puntos o lugares en que se inició el AD con trayectorias más o menos típicas como ha sido el caso de aquellos esfuerzos estructuralistas y post-estructuralistas en Francia y su contraparte inglesa especialmente en orientaciones literarias y filosóficas. En la tradición Hispánica el rumbo ha sido el trazado por la influencia Francesa. Afortunadamente, en la últimas décadas se han podido apreciar muchos intentos de integración. Por el lado psicológico la ciencia cognitiva suministra un marco unificado de integración e inspiración mutua en aspectos lingüísticos, cognitivos, neurológicos, y filosóficos (Turner, l996). Desde la perspectiva socio- cultural el interés por la "interacción social situada" ha favorecido el intercambio desde la pragmática, sociolingüística, sociología, y etnografía.
Es igualmente relevante destacar que han surgido algunos puntos de vistas como para plantear que no es posible una división entre cognición e interacción, sociedad y cultura favoreciendo el desarrollo de la "antropología cognitiva" con la noción de "cognición social" como el fundamento base en el AD tanto en su dimensión socio-cultural como cognitiva.
En síntesis, se puede afirmar que el AD define un dominio de estudio que por si mismo ha promovido una influencia interdisciplinaria, por ende, una integración más que división. Se trata de que nos podamos centrar, en el futuro, en un AD como disciplina autónoma. Para ello no ser exclusividad referirse en detalle a una estructura o gramática textual, o a la cognición, interacción, estructura social, etc. sino como aspectos de un compromiso científico complejo que explique y describa el "discurso" humano como comunicación (Brown, 1994).
9. Los principios en la acción del ad
No es suficiente explicar las propiedades del discurso así como sus dominios correspondientes. Hasta aquí hemos ampliado la visión o campo tratada en el trabajo anterior. Como toda disciplina o área de conocimiento el AD se orienta por algunos principios que es necesario de tener en consideración sobre todo cuando diseñamos algún tipo de investigación en el campo. van Dijk plantea que debemos tener en cuenta un cierto número de normas con el objeto de realizar un trabajo interdisciplinario objetivo y académico. A pesar de que los mismos puedan provocar reacciones críticas en el campo investigativo, ellos están sujetos a cambios. Veamos los más relevantes:
Lo escrito y lo oral en su entorno natural. Significa que cualquier estudio de AD debe tener como centro un material de trabajo que refleje realmente lo que ocurre en la interacción. Se deben evitar ejemplos inventados o construidos en favor de datos reales o "corpus". Los datos no pueden "editarse" o someterlos a un proceso de "sanitización" sino estudiados tal como son recogidos en la realidad o contexto social.
El contexto: el discurso debe ser estudiado preferentemente como constituyente de su situación local, global, socio-cultural. De muchas maneras los discursos orales y escritos indican, reflejan o señalan su pertenencia contextual. Así las estructuras contextuales se deben observar y analizar en detalle y también como posibles consecuencias del discurso: ambiente, participantes, roles comunicativos, metas, conocimiento relevante, normas y valores, o estructuras institucionales u organizacionales, etc.
El discurso como expresión oral. Mientras la mayoría de los trabajos iniciales de Ad se centraron en textos escritos (literatura, medios), la tendencia ahora es al cambio . Se trata de trabajar con interacciones verbales reales en conversaciones o diálogos formales e informales . El habla es considerada como la forma básica y primordial del discurso.
El discurso como práctica de los miembros de una sociedad. Tanto el discurso oral y escrito son formas de prácticas sociales en contextos socio-culturales; no sólo somos usuarios de una lengua sino también somos parte o miembros de un grupo, institución o cultura. Mediante el uso de la lengua, entre otros, desempeñamos roles, afirmamos o negamos, estamos de acuerdo o desacuerdo, pedimos o damos información, adquirimos conocimiento e, incluso, dice van Dijk, somos capaces de "desafiar" una estructura social, política o institucional.
Las categorías de los miembros. Desde las prácticas en "análisis conversacional" siempre se ha mantenido la idea de que no debemos imponer nociones preconcebidas o categorías desde la perspectiva del investigador. Se tienen que respetar las formas sobre cómo los integrantes o miembros de un grupo social interpretan, orientan y categorizan los atributos o propiedades del mundo social, sus conductas y el discurso mismo. Sobre esta base se deben formular las teorías que en forma sistemática y/o explícita den cuenta del discurso como práctica social.
La secuencialidad. Se refiere al hecho de que el discurso se realiza en un sentido lineal o secuencial tanto en su producción como en comprensión. Esto es válido en lo oral y escrito e implica que en todo sus niveles (oraciones, proposiciones, actos) se deben enunciar e interpretar de acuerdo a la información precedente que es lo que ocurre en la así llamada "coherencia". Ello involucra cierta "funcionalidad": los elementos últimos se relacionan con los anteriores. Como usuarios de la lengua operamos así mental e interactivamente (modo en línea o "on-line"). Así nos damos la oportunidad de re-interpretar o corregir información o contenido.
La constructividad. Los discursos también son constructivos en el sentido que las unidades constitutivas se pueden usar, comprender, y analizar "funcionalmente" como partes de un todo, creando estructuras jerárquicas en la forma, significado e interacción.
Niveles y dimensiones. Los analistas del discurso tienen siempre la tendencia a descomponer sus trabajo en niveles y cómo se relacionan estos niveles. Como usuarios de la lengua los manejamos como un conjunto (sonidos, significados, o acciones).
Significado y función. El investigador siempre está tras el o los significado(s) . Formular preguntas como: ¿Qué significa esto aquí? ¿Cuál es el sentido en este contexto? Este principio tiene implicancias funcionales y explicativas ¿Por qué se dice aquí?
La reglas. Se postula que el discurso también está gobernado por reglas. Tanto el discurso oral como escrito se debe analizar como manifestación o expresión de reglas gramaticales, textuales, comunicativas o interaccionales compartidas socialmente. También interesa al analista descubrir cómo se quebrantan, se ignoran o se cambian tales reglas y qué funciones discursivas presentan tales perturbaciones.
Estrategias. Los usuarios de una lengua conocen y aplican estrategias mentales e interactivas en el proceso de producción y comprensión efectiva para lograr una efectividad en la realización del discurso (expresión de la intensionalidad) y su impacto en la conducta de un destinatario . Es como en el ajedrez donde para ganar o perder aplicamos técnicas, movimientos especiales, etc.
La cognición social. Es fundamental aunque sea menos reconocida en algunos enfoque o tendencias. Se trata de los procesos mentales y representaciones del mundo que expresamos en lo oral o escrito. No podríamos entender el significado, coherencia, acción, etc. sin considerar lo que ocurre en la mente de los usuarios de la lengua en la realización de las interacciones. También juegan un rol fundamental en al AD los recuerdos o experiencias personales (modelos), las representaciones socio-culturales compartidas (conocimientos, actitudes, ideologías, valores, normas) que tenemos como usuarios de una lengua o como miembros de un grupo; la cognición es la "interface" entre el discurso y la sociedad.
Palabras finales
En estos dos trabajos se ha presentado el pensamiento de van Dijk en relación a los estudios sobre análisis del discurso como una manera de divulgar, en el ámbito académico, este importante conocimiento. Mirada su teoría, retrospectivamente, se aprecia un recorrido largo donde destacan, podríamos decir, los estudios lingüísticos de la "pronominalización", la "coherencia semántica", la observación de los "turnos conversacionales", y la "comprensión textual". Sin duda, en este camino se han involucrado más de una disciplina con enfoques algunos más sofisticados que otros. Casi en el término del milenio, el AD está cumpliendo la mayoría de edad; su interdisciplinareidad garantiza, por tanto, renovaciones continuas, e inspiraciones que apuntan en la actualidad hacia los campos del Derecho, Ciencia Política, y la Comunicación Humana. EL AD se mueve desde un nivel macro-social a otro micro-social y viceversa entregándonos un enfoque bien fundado y crítico para el estudio de problemáticas sociales, el poder, y la desigualdad. Por otro lado, está tomando, dice van Dijk, su propio lugar en las Humanidades y Ciencias Sociales entregándonos visiones o perspectivas de los fenómenos sociales y mentales que, posiblemente, otras disciplinas lo hacen tangencialmente. Debe tenerse en cuenta que el AD no es un método aplicable al diseño de investigaciones psicológicas, sociológicas, antropológicas o socio-política. Postula a ser una disciplina autónoma. Específicamente, en el ámbito de la "psicolingüística" el AD plantea que el uso de la lengua y la manifestación del pensamiento se manifiestan en lo que van Dijk denomina " interacción social discursiva". En este sentido, habría que agregar que no son muchas las especialidades del saber humano capaces de ofrecer oportunidades válidas para entender cómo los hablantes usan una lengua, piensan, e interactúan "reproduciendo" de esta manera su pertenencia grupal, y socio-cultural; ello desde el diálogo cotidiano a la formalidad del discurso científico, o desde lo cotidiano a la rigidez del discurso pedagógico en el aula, etc. El camino de la ciencia del lenguaje en las décadas venideras será textual, discursivo, comunicativo, crítico e interdisciplinario.
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